La infancia de las ninfas

Pero... cómo son de pequeñas?

alguna vez te has topado con alguna de ellas?

porque a mí me parece verlas en los ojos vibrantes

de cada infante que me encuentro por la calle,
me basta con oir sus risas, y al instante,
es como si una fuerza interior hiciera girarme
para quedarme obnubilada mirándolos,

cegada por la luz que emana de sus rostros,
es dificil expresarlo; pero siento que tras sus pupilas
esconden un tesoro inestimable:

el secreto de la Vida, que quisiera atrapar,
antes de que se desvanezca para siempre.

Como pétalos

Llega el calor, y con él, los empedrados de la ciudad se inundan de motitas andarinas de vistosos colores; los hay cereza, violaceas, ultramar...y puede que cada color encierre un significado, que muchas veces tiene que ver con el estado de ánimo o la intención de la portadora de semejante atrevimiento y extravagancia, sin embargo , la mayoría desconoce que este hábito de pintarse las uñas de los pies no es sino una reminiscencia de un antiguo rito que sólo podría provenir de las ninfas,que para dar la bienvenida al solsticio de verano, se maquillaban y decoraban su cuerpo cuidadosamente. Su color favorito era el púrpura, por su apreciable parecido con los pétalos tornasolados de las flores, aquellas que crecen entre las rocas y los acantilados, y que al incidir la luz en ellos, un arcoiris de infinitas tonalidades se reflejaba en el agua, donde sumergían sus delicados pies entre juegos y danzas estivales. Sé que intentan confundirse entre las demás, pero sus caprichosas costumbres las delatan.